Cuando
enredas tus manos
en mi larga cabellera,
cual red de pescador
atrapas el calor de la vida.
Cuando atas tus manos
a los juncos de mi cabello,
tu pasión desencadena,
cumbres de murmullos
exaltando la vida.
Cuando amarras tus manos,
a mi largo y ondeado pelo,
juegas, acaricias, besas
llenando de fuego tu boca,
mezclas el ardor y la ternura
en nuestras noches de amor
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