Sería
imposible vivir, revivir
sin cesar la misma historia.
Tres
adolescentes realizan un robo,
miran regocijados a su alrededor,
contemplando a quienes lo observan.
Y
esas sonrisas vista tantas veces,
tan vanas, fútiles, tan nada.
Habría que explicarles...
habría que decirles...
Pero
vendrán otros adolescentes
con sus sonrisas vacías.
Y
el cansancio insoportable
de contemplar esta repetición,
como un eco redoblado,
como una campana al viento.
¿Porqué
vivir descifrando enigmas?
¿Analizando sonrisas?
Entonces
cierro los ojos
y en la oscuridad floto,
descanso, respiro, descanso.
|